Manuel C. Gimenez

Notas sobre educación en familia

Written by: on 27 octubre, 2010 @ 19:25

Os sigo comentando los motivos que hacen de la televisión (tal y como es en la actualidad en España, aunque creo que las conclusiones serán aplicables a otros paises) un tremendo obstáculo educativo.

El ser humano tiene el cerebro más evolucionado de todos los seres del planeta tierra. En particular dispone del cortex, la zona decisiva para que puedan darse la memoria, la atención, la percepción, el pensamiento, el lenguaje y la consciencia. Casi nada. Digamos que nuestro cortex es lo que nos hace humanos desde el punto de vista neurológico.

Bueno pues, ¡sorpresa! para ver la televisión el cortex no es necesario. Un perro, por ejemplo, tiene el cerebro perfectamente preparado para ver la televisión y sin embargo es incapaz de leer un libro o mantener una conversación en un lenguaje complejo como los humanos.

Así que, ¿qué parte del cerebro prefieres que estimulen y desarrollen tus hijos? Si la respuesta es el cortex (como debería ser) entonces la televisión me temo que no es la herramienta que necesitas.

Y ojo, que no se trata de los contenidos audiovisuales. Si dichos contenidos fuesen interactivos el cerebro tendría que responder y estaría activo. Pero ver la televisión es una actividad pasiva y el cortex se pone como si dijeramos “en reposo”.

Por lo tanto, para estimular el cortex, hacer que nuestros hijos aprendan y se estimulen hay que elegir otras vías.

Bueno, creo que con esta segunda entrada ya os he dado suficientes razones para que entendáis por que considero la televisión como un obstáculo educativo.

Cuando tengais que ver algún programa que considereis interesante haced lo siguiente:

  1. Buscad en internet, en un periódico o una revista la hora a la que se emite el programa en cuestión.
  2. Encended la televisión uno ó dos minutos antes de la hora prevista.
  3. Probablemente tendréis que esperar todavía por lo que aprovechad para poner la televisión en silencio y contad a vuestro hijo (si no lo habéis hecho antes) lo que vais a ver.
  4. Durante la emisión del programa incitad a vuestro hijo a que pregunte cualquier cosa y explicadle lo que creais que es necesario.
  5. Esto puede hacerse especialmente en los intermedios, poniendo de nuevo la televisión en silencio,  pidiéndole a tu hijo que te cuente lo que le halya llamado la atención.

Esta forma de ver la televisión contrarresta casi todos los efectos negativos.

Tampoco es mala alternativa ver los contenidos que nos interesen por internet (la interactividad es mucho mayor).

Os dejo esta cita de Raymond Chandler sobre la televisión:

No tienes que concentrarte. No tienes que reaccionar. No tienes que recordar. No echas de menos tu cerebro porque no lo necesitas. Tu corazón y tu hígado y tus riñones continuan funcionando normalmente. Aparte de esto todo es paz y tranquilidad. Estas en el nirvana de los hombres. Y si algún pobre miserable se acerca y te dice que pareces una mosca en un cubo de basura, no le prestes atención. Probablemente no tiene dinero para comprarse un televisor.


En posteriores entradas analizaremos qué otras vías pueden ser las que he comentado más arriba pero por ejemplo pueden ser: la lectura (al principio leerles libros adecuados para su edad y en cuanto pueda ser motivarles para que lean ellos), el dibujo, la motricidad fina (recortar, juegos de construcciones, etc.), hablarles mucho, abrazarles…

También empezaré a escribir entradas específicas en función de la edad del niño, para poder ser un poco más concreto en las sugerencias educativas.

Muchas gracias por vuestra atención.

Manuel

Catogories: Educación General

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